24 junio

Tabulé de champiñones

El «trotamundos culinario» es aquel que improvisa, no compra comida chatarra, ni enlatada, ni empaquetada o lista para introducir en el microondas. Con poca cosa, prepara un plato sabroso. Y con ingredientes siempre frescos y naturales. Esa es la regla de oro.

Pues decía que este tipo de personas guarda más de un truco en los bolsillos de su mantel. Uno de ellos es dar utilidad atípica a ciertos instrumentos que han sido fabricados para otros menesteres.

En este caso, me refiero a la trituradora manual o de cuerda. Con ella trituramos todo tipo de hortalizas, hojas verdes o frutas. Pues bien, a nadie se le había ocurrido pensar que es una herramienta válida para crear cuscus, no de trigo, sino de productos como: zanahoria, remolacha, calabacín, manzana, repollo, champiñón, etc.

Conseguimos una apariencia similar a la del cuscús, pero sin granos de trigo. El sabor es también muy diferente.

Podemos inspirarnos de lo ya inventado para probar con nuevos sabores y combinaciones. Un ejemplo, el tabulé es un plato típico del Magreb a base de cuscus, tomate, aceite de oliva, pimiento verde y rojo y menta. Pues bien, sustituimos el cuscus de origen por el cuscus de champiñón, y el resultado es espectacular.

Una segunda astucia que complementa a la anterior: si hacemos cuscus de zanahoria o de repollo, el grano nos queda demasiado duro. Solución: Entre 12 y 24 h en remojo con rejuvelac (agua fermentada). Esto también lo aplico para hacer ensalada dulce de manzana (con zanahoria rallada, pasas, plátano, 2 C de aceite y 2 C de cacao), y con ello consigo que la manzana quede mucho más tierna, apta como ingrediente de ensalada.

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