26 julio

3. Calabacines y guisantes

25 de julio

Desayuno: dos manzanas.

Comida: ensalada de guisantes crudos con chucrú, tomate y hoja de una planta silvestre cuyo nombre ignoro, de las consideradas malas hierbas.

Merienda: zanaplá.

Cena: la ensalada de guisantes.

En el huerto, he plantado una fila de calabacines.

Jornada idéntica a la anterior, salvo que esperábamos lluvia porque el cielo estaba cubierto; pero al final no ha llovido gran cosa.

25 julio

2. Primeros 3 días en la nueva dieta crudivegana

22 de julio de 2022

Por la mañana he ido a cultivar un terreno (unos 200 m²) que me alquila el ayuntamiento, en Charleville Mézières (Francia). Sigue estando semisalvaje, pero se trata de mi primer año y por el momento aprendo muchas cosas. Por la tarde el sol abrasa; se malogran las tomateras; el calabacín no quiere dar flor; las lechugas se niegan a crecer, y eso que las he metido en un túnel parecido a un invernadero.

Aprovecho que mi esposa se ausenta por espacio de unas tres semanas para iniciar el régimen crudivegano completo. De desayuno, dos manzanas. Para comer, ensalada a base de maíz, hojas de lechuga, tomate, col fermentada, ajo y cebolla.

Por la tarde: postre de zanahoria picada, plátano en rodajas y manzana picada, pasas y ralladura de coco por encima, además, nueces picadas y coriandro. Este plato no tiene nombre, así que le pondré uno «zanahoria rallada con plátano», es decir, zanaplá.

Por la noche, de nuevo ensalada.

23 de julio

Día muy parecido al anterior, con idénticos manjares. De hecho presumo que muchos días comeré lo mismo, aunque por supuesto que habrá cambios o variantes.

24 de julio

Hoy el sol ha apretado de lo lindo. Por la mañana he preparado un pequeño espacio para plantar zanahorias, coles, coliflores y (metidas en cajones) lechugas.

Se me acaba la que había comprado la semana anterior; esto es importante porque no pienso comprar más. Aún me quedan guisantes congelados; remplazarán a la lechuga en la preparación de las ensaladas.

Desayuno: dos manzanas.

Comida: ensalada con lo que me quedaba del bote de maíz (no pienso volver a comprar latas).

Merienda: zanaplá.

Cena: Batido de limón y yerba filtrada. El ser humano no está capacitado para comer yerba. Sin embargo, podemos desechar su fibra y aprovechar la abundancia de clorofila que posee. Batimos la yerba cortada con al menos dos vasos de agua. Lo filtramos con un colador. Utilizamos el residuo como abono. Y volvemos a batir esta agua de intenso color verde con un limón y un cuarto de cebolla. Y tal cual lo bebemos. Pensaba que tendría un sabor desconcertante, lo cierto es que me ha procurado un buen rato.

1. Presentación y comienzo de las hostilidades

¿Quién soy yo? Buena pregunta. Ni yo mismo lo sé. Una persona que se busca. Un aficionado a muchas cosas, desencantado de muchas más. Para empezar, diré que llevo unos cinco años siendo vegano, pero con recaídas (en ocasiones he comido huevos, yogur, quesos, pescado). La presión social y mi infancia sometida a un régimen omnívoro tienen la culpa. Pero esto va a cambiar, y muy pronto. El día 14 de julio de 2022 abandoné para siempre cualquier alimento que contenga gluten. El siguiente paso lo di el 22 del mismo mes: con todas las consecuencias, asumía una dieta estricta crudivegana. Bien es cierto que llevo años intentándolo, pero hasta la fecha el proyecto ha acabado naufragando. Pero esta vez es distinto. Por eso inauguro este blog, para darme ánimos y servir de testimonio a quien quiera emprender la misma andadura gastronómica que yo.

¿Por qué crudivegano? Suele decirse que la vida es un viaje (y no muy largo, por cierto); pues bien, el tipo de alimentación que adoptemos también representa un viaje. Según comamos esto o aquello, cambiarán las experiencias, se transformarán los pensamientos, incluso nuestro carácter será de una manera o de otra.

El régimen omnívoro me ha aportado más sinsabores que otra cosa. Sería bueno probar con otros sabores; otro estilo de vida.

Este blog pretende ser un diario que narre las peripecias, las aventuras, las subidas y bajadas de trampolín que aporta un régimen de esta clase. Habrá fotos, recetas, experiencias, reflexiones... De todo un poco, como en botica. Pero sobre todo habrá ganas y voluntad de seguir adelante.

¿Objetivos? Dieta crudivegana completa. Suprimir los procesados y quedarme solo con los alimentos que procedan directamente de la tierra. Por último, remplazar las compras por el autosostenimiento gracias al pequeño terreno que cultivo.