23 septiembre

23. Balance positivo de esta dieta

20 de septiembre

Nada especial que señalar. Todo va bien.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: compota de manzana con miel y limón.

Comida: ensalada de remolacha con cebolla, pimiento, tomate, endivia y ajo picado.

Merienda: tres plátanos. Frutos secos.

Cena: ensalada semicompleta. Crema de pepitas de melón con tres melocotones.

21 de septiembre

Estupenda jornada en la que he propuesto la creación de un taller de alimentación vegana y crudivegana en un grupo de Telegram.

Desayuno: dos ciruelas y un plátano.

Almuerzo: manzana, plátano.

Comida: zanahoria y coliflor ralladas con crema de tallo de coliflor, cacahuetes, tomate, aceite, sal, lino molido y especias al gusto.

Merienda: uvas, plátano, ciruela.

Cena: remolacha r. con pepino, cebolla y tomate.

22 de septiembre

Hoy se cumplen dos meses desde que empecé esta dieta. El balance es muy positivo: todo el mundo me dice que he rejuvenecido; yo me siento en plena forma, rebosante de vitalidad. A partir de hoy este diario pasará a ser quincenal o incluso mensual.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: plátano, manzana. Dátiles.

Comida: ensalada de lechuga con vinagreta de lino (tomate, zanahoria, cacahuetes, aceite, sal y vinagre).

Merienda-cena: compota de manzanas y dos melocotones.

20 septiembre

22. Los trampantojos culinarios

16 de septiembre

Día en el que juego al ajedrez en el club. La racha ha sido buena, puesto que he jugado una partida y la he ganado.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: plátano y manzana.

Comida: ensalada completa con guisantes y calabacín.

Merienda: dátiles.

Cena: medio aguacate y dos peras.

17 de septiembre

Nada extraordinario que contar. Lluvia y partidas de ajedrez.

Desayuno: dos plátanos y una pera.

Almuerzo: manzana, plátanos y uvas.

Comida: ensalada semicompleta con aguacate.

Merienda: una manzana.

Cena: tres plátanos.

18 de septiembre

El trampantojo puede ayudar en la dieta crudivegana. Calabacines en espiral que parecen espaguetis con salsa cruda de tomate y frutos secos. Lasañas crudas con espinacas y crema de anacardos. Calabacín cortado en forma de patatas fritas. Sopas crudas con limón y frutas. Existe una gran cantidad de recetas de este tipo. Incluso se ha conseguido fabricar la mortadela vegana con el zumo de la remolacha, que le da un color rosado.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: melocotón, manzana y ciruela.

Comida: arroz de coliflor cruda con crema de tomate, calabacín, pimiento, cebolla, cacahuetes, lino y aceite. Ensalada simple.

Merienda: dos manzanas, uvas.

Cena: espaguetis de pepino con crema de tomate, pimiento y calabacín.

19 de septiembre

Día tranquilo. La rutina del trabajo con los alumnos y la rutina de la alimentación crudivegana.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: una manzana, nueces.

Comida: arroz de coliflor y crema mixta de calabacín, pimiento y tomate.

Merienda: una manzana.

Cena: ensalada semicompleta. Melocotón y dos ciruelas.

16 septiembre

21. Método para combatir las toxinas

12 de septiembre

Día complicado en el que me costaba resistir a la tentación de los alimentos cocinados: garbanzos, patatas, arroz.

Desayuno: dos plátanos. Kéfir.

Almuerzo: melocotón y plátano.

Comida: ensalada completa.

Merienda: uvas, una manzana y medio aguacate.

Cena: ensalada semicompleta (endivias, pimiento, cebolla, dátiles, tomate, vinagre y aceite).

13 de septiembre

En el huerto he recogido un buen kilo de guisantes y una pequeña ensalada. Las lluvias recientes me ahorran el esfuerzo de ir a regar cada día.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: dos manzanas y un plátano.

Comida: ensalada completa con guisantes.

Merienda: dos plátanos.

Cena: peras y manzanas.

14 de septiembre

Jornada de lluvia y de compras en Carrefour. Precisaba de los cacahuetes crudos con que aderezo las ensaladas.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: manzana y plátano.

Comida: ensalada completa con nabo r. y calabacín.

Merienda: manzana, plátano y champiñón.

Cena: crema con las pepitas del melón, dos melocotones, un plátano y un pedazo pequeño de calabacín.

15 de septiembre

He notado que la buena costumbre de beber una cantidad de agua suficiente al día me permite regular el apetito, a la vez que actúa como un potente eliminador de toxinas. En efecto, beber mucha o bastante agua permite depurar el organismo.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: manzana, plátano y naranja.

Comida: ensalada completa con guisantes. Zumo de lechuga y dos melocotones.

Merienda: dos manzanas. Olivas.

Cena: aguacate con aceitunas, cebolla y aceite de oliva.

13 septiembre

20. Ensaladas completas y semicompletas

09 de septiembre

Si comparo mi dieta actual con la que tenía al principio, advierto que tiendo a simplificar: comer las frutas solas y tomar un combinado, en general ensalada bastante completa, sólo al mediodía. Se ha estabilizado la cantidad digerida y los antojos disminuyen.

Desayuno: dos plátanos, uvas.

Almuerzo: dos manzanas, almendras.

Comida: ensalada completa (lechuga, zanahoria r., chucrú, pimiento, aguacate, cebolla, remolacha r. y cruda, pepino, nueces, pasas, cacahuetes, vinagre y aceite).

Merienda: tres ciruelas.

Cena: dos manzanas.

10 de septiembre

Notable bajada de las temperaturas, lluvias varios días seguidos. En el huerto todo va bien: los calabacines en flor, los guisantes a punto.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: uvas y una manzana.

Comida: ensalada completa de endivias.

Merienda: dos plátanos y una manzana.

Cena: una manzana. Kéfir de frutas.

11 de septiembre

Día delicado para mí, puesto que han vuelto con fuerza los antojos; tal vez porque en estos últimos días no haya comido la suficiente cantidad de fruta. Por suerte, he resistido.

Desayuno: cuatro ciruelas, kéfir.

Almuerzo: uvas, manzana y plátano.

Comida: ensalada completa con dátiles.

Merienda: un melocotón, zumo de uva y pimiento.

Cena: una manzana.

09 septiembre

19. Adiós a los antojos

06 de septiembre

Los antojos desaparecen; ahora me vienen a la mente como si se tratasen de recuerdos lejanos, vivencias del ayer. Las clases a los muchachos prosperan. Por el contrario, mi cuñada, a quien debía vigilar su dieta, parece que se haya desinteresado del asunto. Ayer por la noche llovió bastante.

Desayuno: un plátano y dos manzanas.

Almuerzo: uvas, plátano, anacardos.

Comida: ensalada de zanahoria r., cebolla, pimiento, chucrú, nueces, pepino, tomate, vinagre y aceite.

Merienda: anacardos, plátano, ciruelas.

Cena: ensalada de zanahoria r., cebolla, pimiento, tomate, chucrú, nueces, pepino, aguacate, vinagre y aceite.

07 de septiembre

Sorprende cómo cambia la visión de los alimentos. Ahora las frutas en general me despiertan las mismas sensaciones glotonas que cuando contemplaba pasteles, bollos o empanadas. Y cuando pienso en comida, ya no me acuerdo de la merluza acompañada de patatas fritas, sino de una buena ensalada verde, donde no faltan los ingredientes habituales.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: dos manzanas.

Comida: ensalada de lechuga, zanahoria r., chucrú, calabacín en tiras finas y cortas, cebolla, tomate, nueces, pasas, vinagre y aceite.

Merienda: uvas, almendras.

Cena: tres manzanas.

08 de septiembre

Cuando cumpla dos meses con esta dieta, es decir, el 22 de septiembre, mi diario pasará a ser un compendio semanal, en vez de contar día por día. Esto lo hago para evitar repeticiones, puesto que he logrado que se instale una rutina gastronómica, conforme al objetivo inicial.

Desayuno: dos plátanos.

Almuerzo: almendras, dos manzanas.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, calabacín, zanahoria r., cebolla, chucrú, nueces, pasas, vinagre y aceite.

Merienda: naranja, almendras.

Cena: dos manzanas.

06 septiembre

18. Un poco de sentido común

03 de septiembre

Decididamente, se trata de emplear el sentido común a la hora de elegir qué comer y cómo combinar los alimentos. Por desgracia, condicionamientos que proceden la mayor parte de nuestra infancia nos impiden tomar las buenas decisiones. Por lo que se impone un desaprendizaje: olvidar lo que habíamos aprendido para empezar de nuevo con bases nuevas, milenarias en realidad, muchísimo más sanas.

Desayuno: una pera y dos manzanas.

Almuerzo: crema de garbanzos con manzana, dos plátanos y tres dátiles.

Comida: zanahoria r. con crema de champiñones. Una pera.

Merienda: Nueces. Uvas.

Cena: ensalada de zanahoria r., cebolla, pimiento, medio aguacate, dos champiñones, pasas, nueces, chucrú, vinagre y aceite de oliva. Una pera.

04 de septiembre

Es difícil padecer indigestión o dolor de barriga por comer alimentos crudos; sin embargo, es posible. En mi caso, digiero mal los garbanzos crudos (y ya van dos días seguidos que los como), y tal vez haya comido demasiado durante la cena.

Desayuno: uvas, tres manzanas y una pera.

Almuerzo: naranja, uvas, manzana y pera.

Comida: ensalada de zanahoria r., pimiento, tomate, cebolla, champiñón, chucrú, nueces, garbanzos y aceite de oliva.

Merienda: compota de dos manzanas y garbanzos crudos.

Cena: lasaña cruda: tiras de pepino; para el relleno: tomate, guisantes, lentejas g. y nueces; y crema por encima de anacardos batidos con media cebolla, sal, cacahuetes crudos y aceite de oliva.

05 de septiembre

Día en que recibo en casa a un joven de 12 años. Conmigo estudiará español, historia y francés. La idea es que se convierta en el profe que me explica las lecciones. Tendrá que aprender a realizar resúmenes y esquemas de lo que vaya leyendo.

Desayuno: uvas, plátanos y peras.

Almuerzo: nueces de indias. Plátano.

Comida: ensalada de zanahoria r., pepino, nueces, tomate, pimiento, cebolla, vinagre y aceite.

Merienda: dos manzanas, nueces y plátano.

Cena: tomates-cereza, uvas, pepino y una naranja.

03 septiembre

17. Tres kilos de frutas al día

01 de septiembre

Después de un mes y 10 días de régimen especial, puedo hacer un balance. Se ha dicho —y creo que es cierto— que la dieta crudivegana cura todas las enfermedades, es cuestión de perseverancia y de mantener una vida sana y un estado mental óptimo. En mi caso, no padezco ninguna enfermedad, pero sí algunos achaques que han ido desapareciendo en el transcurso de este mes: la otitis se ha curado por sí sola, sin medicamentos; los dolores de cabeza han desaparecido; los estados de euforia alternados con decaídas, casi suprimidos; problemas de artrosis en la espalda, articulaciones, pareciera que los huesos se me han fortalecido; corregida la fragilidad en muelas y dientes; insomnios, eliminados; pensamientos agobiantes, borrados. Y además, actividad mental mejorada y menos cansancio en la vista. La mejoría general es notable. A veces persisten los antojos y he perdido algo de peso. Para una persona que mide un metro y 63 centímetros, 55 kg es un peso correcto; pero más vale que no adelgace más.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de almendras con dos melocotones.

Comida: ensalada de lechuga, chucrú casero, tomate, pepino, pimiento, nueces y salsa de lino.

Merienda: zanaplá con ciruela. Zumo de uvas y lechuga.

Cena: guisantes, lentejas g., nueces, chucrú, tomate, pasas y aceite de oliva. Una pera.

02 de septiembre

Leyendo en una página de Internet: El universo de Cris, descubro que no puedo combinar las grasas con las frutas, por lo que la crema de t. sarraceno que suelo preparar no conviene porque provoca gases. También he leído que debería digerir entre 2.000 y 2.500 calorías diarias. Esto supone una ingestión considerable de frutas y verduras: entre 3 y 4 kg. Evidentemente, no cumplo con tal requisito. Los antojos persisten y habré perdido dos kilos en el último mes. He adelgazado, cierto, pero no tanto.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de almendras con tres manzanas.

Comida: batido de uvas, pepino y pimiento.

Merienda: un plátano.

Cena: crema de champiñones (lino molido, cebolla y manzana). Un tomate y una naranja.

01 septiembre

16. Cuidado con los plátanos

29 de agosto

Algunas veces, durante este mes, he comido maíz de lata y dos veces, compota de ciruela. No son alimentos crudos, sino cocinados, por lo que no podría afirmar que mi dieta ha sido completamente crudivegana. Sí lo ha sido al 99%, lo que no está nada mal. Reinicio, pues, las cuentas y a partir de hoy espero conseguir el objetivo de la dieta crudivegana sin fisuras.

Desayuno: pera, ciruela, manzana y plátano.

Almuerzo: crema de almendras.

Comida: ensalada de lechuga, pimiento picante, cebolla, tomate, pepino, nueces y salsa de lino.

Merienda: zanaplá con melón.

Cena: aguacate, dos ciruelas y una pera.

30 de agosto

Ahora que han bajado las temperaturas iré al huerto solamente los martes, jueves, sábados y domingos. De todos modos, los topos me han arruinado las lechugas y las tomateras no quieren dar fruto.

Desayuno: plátano, pera, manzana, ciruela.

Almuerzo: crema de almendras con dos melocotones.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, pepino, pimiento picante, nueces y salsa de lino.

Merienda: zumo de limón con melón y uvas. Una pera.

Cena: dos peras, uvas. Aguacate y tomate.

31 de agosto

Debo prestar atención a los plátanos, puesto que su abuso provoca picos de azúcar, seguidos de períodos de desánimo. Lo cual me incita a abandonar esta dieta, que tanto me está costando mantener.

Desayuno: plátano, uvas, ciruela, pera.

Almuerzo: crema de almendras con dos melocotones.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, pepino, pimiento, cebolla, nueces y salsa de lino.

Merienda: zanaplá con dos plátanos. Melón.

Cena: aguacate, tomate, dos ciruelas y una pera.