29 agosto

15. La vuelta al cole

26 de agosto

Ha hecho falta acudir otra vez a la frutería del barrio, puesto que se agotaron las provisiones compradas el domingo en el mercado al aire libre. En el huerto, los topos han hecho irrupción, causando destrozos en la zona de las lechugas; dicen que la solución es colgar botellas vacías de plástico en palitroques clavados en la tierra. Al parecer, el ruido que provoca la brisa los ahuyenta.

Desayuno: pera, nectarina, ciruelas y plátano.

Almuerzo: crema de almendras.

Comida: nectarinas, ciruela, melocotón. Ensalada de lechuga con tomate, maíz, pimiento picante, nueces, salsa de lino, zanahoria r. y coco.

Merienda: un plátano.

Cena: tomate, aguacate y pera. Crema de champiñones con calabaza cruda.

27 de agosto

La vuelta al cole me concierne, a mis cincuenta y dos años. Los lunes daré clases a un chaval de once años: todas las asignaturas. Aparte, continúo dando clases de español a un chico de 14, con quien también comenzaré a jugar al ajedrez. Su padre está inscrito en un club y compite en tercera división nacional.

Desayuno: plátano, pera, ciruelas.

Almuerzo: crema de almendras.

Comida: crema de champiñones con hojas de lechuga y zanahoria.

Merienda: ciruelas, uvas, nueces y avellanas.

Cena: pera, nectarina, ciruela, plátano, champiñón y aguacate.

28 de agosto

Día de mercado. Los precios han subido, especialmente las frutas, justo cuando más las consumimos en casa. Fácilmente, englutimos un kilo al día.

Desayuno: plátano, peras, ciruela

Almuerzo: crema de almendras con dos plátanos.

Comida: lentejas g. con melón, coco rallado, nueces y una hoja de lechuga. Cuatro plátanos, nectarina, pera, ciruela. Un tomate.

Merienda: batido con las pepitas del melón, nectarina, limón y manzana.

Cena: nectarina, manzana, ciruela. Tres champiñones con aceite de oliva.

26 agosto

14. Crema de champiñones

23 de agosto

Comida familiar en un restaurante con terraza de la Plaza ducal. Resisto a la tentación de las patatas fritas y me conformo con una ensalada. Mi cuñada acepta someterse a un régimen bajo mi dirección durante una semana. Estoy convencido de que gracias a ello mejorará notablemente su salud.

Desayuno: dos nectarinas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, cebolla, zanahoria y pepino.

Merienda: zanaplá con melón.

Cena: ensalada de lechuga, pepino, pimiento, maíz, cebolla, tomate y salsa de lino. Sopa de limón.

24 de agosto

Comprobadísimo: la miel provoca picos de azúcar en la sangre. Esto hace que por las tardes sienta flojera, una bajada de azúcar. Y para compensarla, vuelta a consumir dulces, lo que produce el efecto «montaña rusa», con sucesión de estados de ánimo febril y de abulias.

Otros alimentos que originan lo mismo: el arroz, las patatas, las pastas y la bollería.

Desayuno: nectarina, melocotón y pera.

Almuerzo: crema de t. sarraceno con dos cucharadas de miel.

Comida: una pera y dos nectarinas.

Merienda: ensalada grande de lechuga, tomate, pimiento picante, cebolla, calabacín y salsa de lino. Nueces.

Cena: sopa de limón. Dos champiñones y un aguacate. Una ciruela.

25 de agosto

Siento cierta nostalgia por los alimentos cocinados, sobre todo las judías blancas. Me digo a modo de consuelo que esta dieta durará más o menos. Al final de la jornada, me ha dado ánimos el descubrir una crema cruda realmente sabrosa.

Desayuno: plátano, nectarina y dos ciruelas.

Almuerzo: crema de almendras: lino, almendras, cacahuetes en remojo durante una noche, zanahoria, manzana y tres dátiles.

Comida: ensalada grande de maíz, lechuga, cebolla, pimiento picante, calabacín, salsa de lino y dos tomates.

Merienda: Nueces. Una manzana. Compota de ciruela.

Cena: ciruela, melocotón y pera. Champiñones a guisa de pan para rebañar el plato. Crema de champiñones: champiñón, pepino, cebolla, pimiento picante, lino molido, aceite, sal y vinagre al gusto. Batir todo hasta obtener la crema. Volcarla sobre los guisantes crudos y las lentejas g.

25 agosto

13. La prueba del restaurante

20 de agosto

Día de prueba: cenar en el restaurante con mi esposa y limitarme a pedir una ensalada de ingredientes crudos. Resisto a la tentación de las patatas fritas. Descenso de las temperaturas. La canícula se queda atrás.

Desayuno: una manzana.

Almuerzo: crema de t. sarraceno. Uvas.

Comida: ensalada con hojas de margarita, tomate, cebolla, nueces, zanahoria r. y salsa de lino.

Merienda: confitura de ciruela. Avellanas.

Cena: ensalada de lechuga, tomate, aguacate, champiñón, pimiento, cebolla, olivas. Fresas.

21 de agosto

Hemos recibido visita de la familia. Para ello, en el mercado he comprado un pollo asado y al vapor, patatas, judías verdes y cebolla. Sin contar los pasteles y bollos comprados. Hasta una tarta de manzana que mi esposa ha metido en el horno. Pese a lo cual, fiel a mi dieta, yo sólo he comido ensalada y frutas.

Desayuno: dos nectarinas.

Almuerzo: albaricoques, una pera, avellanas. Crema de t. sarraceno.

Comida: sopa de limón.

Merienda: higos.

Cena: ensalada de lechuga, cebolla, pimiento picante, maíz, nueces, pasas, salsa de lino y zanahoria r.

22 de agosto

Como mi cuñada, la hermana de mi esposa, tiene problemas de salud por la mala digestión de los alimentos, le he propuesto que pase una semana en nuestra casa y se someta a un régimen especial. No es seguro que acepte.

Desayuno: dos nectarinas. Avellanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, cebolla, pimiento picante, salsa de lino, pasas y nueces. Una pera y un melocotón.

Merienda: Higos secos. Un plátano.

Cena: ensalada de lentejas g., nueces, guisantes crudos, tomate, lechuga y vinagreta (aceite y vinagre). Un aguacate.

24 agosto

12. Cursos de español

17 de agosto

Día de sorpresas. Por la noche había llovido, por lo que esta mañana no he ido al huerto. Por la tarde recibo un mensaje telefónico y, tras la conversación, descubro que voy a dar clases particulares de español a partir de mañana, dos veces por semana. Un alumno de 14 años que aún no conozco.

Desayuno: una pera, nueces.

Almuerzo: crema de t. sarraceno con pepitas de melón.

Comida: un melocotón, una pera, una ciruela y una nectarina.

Merienda: una pera, una nectarina y una ciruela.

Cena: ensalada de lechuga, lentejas g., zanahoria r., cebolla, pimiento y salsa de lino. Una nectarina, una ciruela y uvas.

18 de agosto

Los cursos de español se confirman. Por la mañana he comprado en el almacén un depósito o aljibe de plástico de un 1m³.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno. Nueces.

Comida: ensalada de lechuga, pimiento, tomate, cebolla, lentejas g., salsa de lino y zanahoria r.

Merienda: Un puñado de nueces y una cucharada de miel.

Cena: una pera, dos nectarinas y una ciruela. Dos champiñones.

19 de agosto

Al caer la tarde se ha puesto a llover. El otoño se anticipa; pero este verano ha sido largo, seco y caluroso.

Desayuno: tres manzanas. Una cucharada de miel.

Almuerzo: crema de t. sarraceno y nueces.

Comida: dos nectarinas, una ciruela. Ensalada de lechuga, cebolla, tomate, zanahoria r., pepino, pimiento, ajo y salsa de lino.

Merienda: nueces, avellanas.

Cena: ensalada de lechuga, dos tomates, lentejas g. y salsa de lino.

23 agosto

11. El negativismo pierde terreno

15 de agosto

Hoy no es un día cualquiera, me meto en terreno inexplorado, virgen. Lo digo porque nunca hasta ahora había conseguido mantener durante 25 días un régimen estricto crudivegano. Esto es tan difícil de lograr que incluso se considera dieta crudivegana cuando solo lo es al 50, al 70 o al 80%. El crudiveganismo integral tiene reputación de montaña tan difícil de escalar como lo sería el legendario monte K2. Es cierto que no es necesario, pero para mí un desafío es un desafío: no valen medias tintas. Por el momento, mi vida empieza a tomar otro rumbo, mis pensamientos se han vuelto tan livianos como nubes. La ira se esfuma, el negativismo pierde terreno. Añadir frutas en cantidad suficiente me ha permitido eliminar casi por completo los antojos.

Desayuno: un melocotón, una pera, una ciruela, dos albaricoques y dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: dos melocotones, una nectarina, tres albaricoques. Ensalada de lechuga, cebolla, tomate, pimiento picante, patata dulce rallada, salsa de lino.

Merienda: zanaplá con dos albaricoques.

Cena: un tomate, un aguacate, un champiñón. Sopa de limón.

16 de agosto

Esperando que llueva, pero no llueve. Restricciones. Sequía. Incendios en el sur. Los precios han aumentado considerablemente.

En casa, ya de regreso mi esposa, descubre las modificaciones culinarias, las nuevas habitudes que logran sentar plaza. Ella come de todo, por lo que esto representa una buena ocasión para ponerse a prueba. Mi influencia la hará comer más ensaladas, frutas y verduras.

Desayuno: una pera y dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: una pera, un melocotón, una ciruela. Ensalada de lechuga, tomate, cebolla, patata dulce rallada, pimiento picante y salsa de lino.

Merienda: zanaplá. Nueces.

Cena: una ciruela, una pera y un melocotón. Sopa de limón con tres albaricoques.

22 agosto

10. El orden de los alimentos

12 de agosto

Algunos cambios en mi dieta: los garbanzos germinados producen flatulencias. Habría que dar prioridad a las frutas y elegir los germinados y brotes: lino, lentejas, t. sarraceno. La merienda, a las 16 h. en vez de a las 15 h.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: sopa de patata dulce con garbanzos. Sopa de limón. Un aguacate.

Merienda: zanaplá.

Cena: dos peras, tres albaricoques y un tomate.

A partir de mañana la crema de t. sarraceno pasa a ser la comida y la sopa de limón, el almuerzo.

13 de agosto

Curiosamente, suelo recordar las cosas que comía (arroz, patatas), pero resisto a la tentación. Me deleito incluso con pensamientos glotones, sin llevarlos nunca a la práctica.

→ La crema de t. sarraceno, por razones de digestión, debe comerse siempre en el almuerzo.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: ensalada de lentejas germinadas, cebolla, tomate, salsa de lino y hojas de lechuga del huerto. Sopa de limón.

Comida: crema de t. sarraceno.

Merienda: zanaplá.

Cena: una manzana, un tomate y un aguacate.

→ Para las comidas y cenas: frutas, ensaladas.

→ Para el desayuno: manzanas.

→ Para el almuerzo: crema de t. sarraceno.

→ Para la merienda: zanaplá.

14 de agosto

En el mercado al aire libre de los domingos las frutas están más baratas y saben mejor que en el supermercado. Razón de más para no acudir ahí. Primer día de cambios importantes en mi dieta: las frutas adquieren todo el protagonismo.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: dos melocotones y una pera. Ensalada de lechuga, tomate, cebolla, pimiento picante, lentejas germinadas y salsa de lino.

Merienda: zanaplá.

Cena: un tomate, una pera, dos rodajas de melón. Sopa de limón con las pepitas y las agujas de un tejo.

21 agosto

9. Sopa de limón

09 de agosto

Poco a poco me acostumbro a la nueva dieta crudivegana estricta. De eso se trata, de acostumbrarse para resistir a la novedad culinaria. Me doy cuenta de que los focos de interés varían, ahora me intereso especialmente por los frutos secos: almendras, nueces... Que no pueden faltar. Y encuentro astucias para reemplazar a las sopas. Los jugos verdes (de hierba, sobre todo) ganan en protagonismo.

Desayuno: dos manzanas y una pera.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lentejas y garbanzos germinados, tomate, cebolla, lechuga. Sopa de limón (jugo verde, limón, cebolla, lino molido).

Merienda: zanaplá.

Cena: un puñado de almendras, higos secos, una pera y una manzana.

10 de agosto

Día caluroso. Declaración oficial de sequía. Restricciones de riego en los huertos. Los brotes de calabacín, tomate y ensalada prosperan. También los brotes de melón.

Desayuno: tres manzanas. Higos secos.

Almuerzo: crema de t. sarraceno con almendras.

Comida: ensalada de garbanzos, lentejas y guisantes, tomate y cebolla, todo crudo. Sopa de limón.

Merienda: zanaplá.

Cena: dos peras y una manzana.

11 de agosto

Hoy hace 21 días desde el comienzo de mi dieta crudivegana. Es un número mágico, se supone que acabo de completar un ciclo, el de la desintoxicación por alimentos cocinados. La batalla continúa, día de tentaciones; pero he aguantado.

Desayuno: tres manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de garbanzos, lentejas, tomate, cebolla y zanahoria rallada. Sopa de limón.

Merienda, a las 16 h.: zanaplá.

Cena: dos peras, una manzana, una naranja y un albaricoque.

19 agosto

8. Focos tóxicos

06 de agosto

Día de altibajos, con algunos antojos. Menos calor que los otros días. Los aviones no paran de pasar.

Desayuno: tres manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, maíz, cebolla, ajo y salsa de lino.

Merienda: zanaplá, una manzana.

Cena: cuatro champiñones, batido de lechuga, cebolla y limón.

07 de agosto

La desintoxicación se produce tanto a nivel espiritual como corporal. Se trata de eliminar toxinas y de no volverlas a ingerir, evitarlas de la misma forma que se evita un veneno. Gracias a este proceso, los pensamientos tóxicos son remplazados por los pensamientos vigorosos, revitalizadores. Tardes de paseos al borde del río y mañanas en el huerto, bregando para que las plantas den algo.

Desayuno: tres manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: crema de garbanzos en remojo, crudos, con lino, aceite, agua, vinagre y sal. Ensalada de tomate, cebolla, ajo y maíz.

Merienda: zanaplá.

Cena: dos manzanas.

08 de agosto

A menudo los pensamientos tóxicos se derivan de los focos tóxicos, por ejemplo, algunas páginas de Internet, la televisión, la radio, etc. Desestabilizan a la población, la deprimen, instauran el reino de la inseguridad y el terror.

Desayuno: tres manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de guisantes, maíz, cebolla, tomate y ajo. Batido de lechuga, limón y cebolla.

Merienda: zanaplá.

Cena: un aguacate y dos manzanas.

17 agosto

7. Pensamientos tóxicos

03 de agosto

Se ha establecido una rutina, algo que me parece importante en el éxito de esta empresa. ¿Qué quieren?, el hombre es un animal de costumbres fijas. A saber, un horario fijo en las comidas:

07 h. Desayuno: dos manzanas.

10 h. Almuerzo: crema de t. sarraceno.

12 h. Comida: ensalada de lechuga, cebolla, maíz, aguacate, dos dientes de ajo y un tomate, salsa de sésamo y lino.

15 h - 16 h. Merienda: zanaplá.

19 h. Cena: dos manzanas.

Introduzco definitivamente los germinados al poner en remojo cada noche el trigo sarraceno. Añado a mi dieta el lino molido, dentro de la salsa o vinagreta: una cucharada generosa de lino molido, dos cucharadas de vinagre, dos cucharadas de aceite, un poco de sal; agitar y mezclar.

04 de agosto

Momentos de dudas y antojos. Sin embargo, sé bien que no me queda otro remedio que perseverar.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lechuga, maíz, tomate, cebolla, pepino, ajo y salsa de lino.

Merienda: zanaplá

Cena: dos manzanas y cuatro albaricoques.

Sospecho que el aceite refinado es uno de los causantes de las inflamaciones. Habrá que suprimirlo.

05 de agosto

Día más llevadero, sin el atosigamiento de los antojos. La noche anterior ha llovido, lo cual agradece mi huerto.

Me he puesto como objetivo pensar menos en el pasado, por aquello de eliminar los pensamientos tóxicos, que causan desgastes emocionales.

Desayuno: una rodaja de melón.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de guisantes, champiñones, maíz, tomate, cebolla, aguacate y salsa de lino.

Merienda: zanaplá.

Cena: batido de lechuga, limón y cebolla.

16 agosto

6. Crema de trigo sarraceno

31 de julio

Experimento en el huerto: sembrar melones y garbanzos en un reducido espacio. Aprovechar el envase de plástico de los albaricoques para sembrar en él zanahorias; y ponerlo debajo del tejo para que queden a la sombra. El sol y la sequía impiden que las plantas crezcan.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: zanaplá.

Comida: ensalada de lechuga, tomate, maíz, cebolla y aguacate.

Merienda: zanaplá y una rodaja de melón.

Cena: batido de dos limones, pimiento y un poco de cebolla.

En cuanto a la salud, me siento bien. Adelgazo, pero esto es normal. Los antojos están bajo control.

01 de agosto

Amenaza lluvia, pero por el momento no llueve. Visita al centro de la ciudad para recoger los datos de la plaza de la biblioteca municipal.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de trigo sarraceno, puesto en remojo la víspera, con una manzana, tres dátiles, coco rallado y una zanahoria (más adelante, añadiré a esta receta almendras y cacahuetes crudos).

Comida: ensalada de guisantes, tomate, melón, pepino y aguacate.

Merienda: zanaplá y una manzana.

Cena: batido de limón con pimiento y perejil.

02 de agosto

El calor comienza a apretar de nuevo. El huerto va mejor. Los tomates se recuperan, han aparecido brotes de calabacines.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: ensalada de lechuga, cebolla, maíz, aguacate, tomate.

Merienda: zanaplá.

Cena: dos manzanas.

15 agosto

5. Lentejas germinadas

28 de julio

Siempre tenemos que escuchar a nuestro propio cuerpo, el problema es que hemos olvidado cómo hacerlo. Al parecer, mi cuerpo me pedía que aumentase el número de calorías; así que hoy añado una comida más, el almuerzo. Y queda de este modo:

Desayuno: dos manzanas, un puñado de nueces de indias.

Almuerzo: zanaplá con melón.

Comida: ensalada de guisantes.

Merienda: zanaplá con dos plátanos.

Cena: ensalada con dos tomates, maíz, lechuga, aguacate, cebolla, pimiento.

El problema de esta dieta son los antojos, las ganas irreprimibles de comer alimentos que precisan de cocción (arroz, patatas). En mi caso estos antojos han aparecido a partir del sexto día. Espero resistir a la tentación. Debemos concedernos un tiempo para que el cuerpo pueda habituarse al nuevo régimen. Este período de transición se considera que dura 21 días. Por el momento he cumplido sin demasiadas dificultades el primer tercio.

29 de julio

Nada crece en el huerto por culpa del intenso calor y de la falta de lluvia. No se puede sembrar en tales condiciones porque nada va a brotar. Busco un sitio donde haya más humedad, que quede al abrigo, para poder sembrar algo.

En cuanto a la dieta, el hecho de haber añadido el almuerzo me ha sentado divinamente.

Desayuno: dos manzanas.

Almuerzo: zanaplá con melón.

Comida: ensalada de lechuga, maíz, cebolla, pepino, aguacate, tomate, nueces de indias, pimiento.

Merienda: nueces de indias, zanaplá con melón.

Cena: ensalada de lechuga, tomate, maíz, ajo, pepino, pimiento.

30 de julio

Día tranquilo, tarde dedicada a la lectura. Sol menos intenso, nubes.

Desayuno: nueces de indias.

Almuerzo: zanaplá, dos rodajas de melón.

Comida: ensalada de guisantes, tomate, maíz, champiñones, cebolla, pimiento, pasas y lentejas germinadas.

Merienda: zanaplá.

Cena: manzanas, albaricoques.

Debo prestar más atención a los granos germinados; son un alimento esencial en el estilo de vida crudivegano.

14 agosto

4. Champiñones crudos en la ensalada

26 de julio

Notable descenso de la temperatura. Cielo cubierto. En vano he estado esperando la lluvia todo el santo día. Riego las plantas y los pequeños tallos de los guisantes empiezan a crecer. He plantado por lo menos cuatro árboles frutales, entre los cuales, un aguacate.

Desayuno: dos manzanas.

Comida: ensalada de aguacate con nueces de indias y chucrú. Además, por encima una salsa a base de cilantro.

Merienda: zanaplá.

Cena: lo mismo que al mediodía, pero he añadido dos champiñones en rodajas.

En el supermercado he hecho provisiones de tomates, plátanos y limones. Me resisto a comprar manzanas porque encuentro que cada vez las venden menos apetitosas.

27 de julio

Hace bastante menos calor, lo cual es de agradecer. En el huerto he recogido algunas hojas (menta, pis-en-lit) para mi ensalada del mediodía.

En cuanto a la salud, no siento especial flojera, más bien una especie de ligereza. Mis pensamientos parecen más livianos y fluidos. En la piel me han salido heridas y costras que atribuyo al proceso de desintoxicación. Es mi sexto día consecutivo de dieta crudivegana y no noto signos alarmantes ni cambios significativos en mi metabolismo. Bien es cierto que antes de empezar, ya comía una dieta bastante equilibrada. La diferencia más importante estriba en que he suprimido los almidones (arroz, patatas, harinas).

Desayuno: dos manzanas.

Comida: ensalada a base de champiñones crudos, tomate, hojas silvestres, medio aguacate, media cebolla.

Merienda: zanaplá.

Cena: dos limones batidos con yogur de soja natural.