25 julio

2. Primeros 3 días en la nueva dieta crudivegana

22 de julio de 2022

Por la mañana he ido a cultivar un terreno (unos 200 m²) que me alquila el ayuntamiento, en Charleville Mézières (Francia). Sigue estando semisalvaje, pero se trata de mi primer año y por el momento aprendo muchas cosas. Por la tarde el sol abrasa; se malogran las tomateras; el calabacín no quiere dar flor; las lechugas se niegan a crecer, y eso que las he metido en un túnel parecido a un invernadero.

Aprovecho que mi esposa se ausenta por espacio de unas tres semanas para iniciar el régimen crudivegano completo. De desayuno, dos manzanas. Para comer, ensalada a base de maíz, hojas de lechuga, tomate, col fermentada, ajo y cebolla.

Por la tarde: postre de zanahoria picada, plátano en rodajas y manzana picada, pasas y ralladura de coco por encima, además, nueces picadas y coriandro. Este plato no tiene nombre, así que le pondré uno «zanahoria rallada con plátano», es decir, zanaplá.

Por la noche, de nuevo ensalada.

23 de julio

Día muy parecido al anterior, con idénticos manjares. De hecho presumo que muchos días comeré lo mismo, aunque por supuesto que habrá cambios o variantes.

24 de julio

Hoy el sol ha apretado de lo lindo. Por la mañana he preparado un pequeño espacio para plantar zanahorias, coles, coliflores y (metidas en cajones) lechugas.

Se me acaba la que había comprado la semana anterior; esto es importante porque no pienso comprar más. Aún me quedan guisantes congelados; remplazarán a la lechuga en la preparación de las ensaladas.

Desayuno: dos manzanas.

Comida: ensalada con lo que me quedaba del bote de maíz (no pienso volver a comprar latas).

Merienda: zanaplá.

Cena: Batido de limón y yerba filtrada. El ser humano no está capacitado para comer yerba. Sin embargo, podemos desechar su fibra y aprovechar la abundancia de clorofila que posee. Batimos la yerba cortada con al menos dos vasos de agua. Lo filtramos con un colador. Utilizamos el residuo como abono. Y volvemos a batir esta agua de intenso color verde con un limón y un cuarto de cebolla. Y tal cual lo bebemos. Pensaba que tendría un sabor desconcertante, lo cierto es que me ha procurado un buen rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario