¿Quién soy yo? Buena pregunta. Ni yo mismo lo sé. Una persona que se busca. Un aficionado a muchas cosas, desencantado de muchas más. Para empezar, diré que llevo unos cinco años siendo vegano, pero con recaídas (en ocasiones he comido huevos, yogur, quesos, pescado). La presión social y mi infancia sometida a un régimen omnívoro tienen la culpa. Pero esto va a cambiar, y muy pronto. El día 14 de julio de 2022 abandoné para siempre cualquier alimento que contenga gluten. El siguiente paso lo di el 22 del mismo mes: con todas las consecuencias, asumía una dieta estricta crudivegana. Bien es cierto que llevo años intentándolo, pero hasta la fecha el proyecto ha acabado naufragando. Pero esta vez es distinto. Por eso inauguro este blog, para darme ánimos y servir de testimonio a quien quiera emprender la misma andadura gastronómica que yo.
¿Por qué crudivegano? Suele decirse que la vida es un viaje (y no muy largo, por cierto); pues bien, el tipo de alimentación que adoptemos también representa un viaje. Según comamos esto o aquello, cambiarán las experiencias, se transformarán los pensamientos, incluso nuestro carácter será de una manera o de otra.
El régimen omnívoro me ha aportado más sinsabores que otra cosa. Sería bueno probar con otros sabores; otro estilo de vida.
Este blog pretende ser un diario que narre las peripecias, las aventuras, las subidas y bajadas de trampolín que aporta un régimen de esta clase. Habrá fotos, recetas, experiencias, reflexiones... De todo un poco, como en botica. Pero sobre todo habrá ganas y voluntad de seguir adelante.
¿Objetivos? Dieta crudivegana completa. Suprimir los procesados y quedarme solo con los alimentos que procedan directamente de la tierra. Por último, remplazar las compras por el autosostenimiento gracias al pequeño terreno que cultivo.
Yo solo tengo una experiencia muy breve de dos años y medio siendo vegetariano (salvo huevos y lacteos, el resto era enteramente vegetal, nada de carnes). Es cierto que los pensamientos se transforman y quizá entras en otra dinámica vital.
ResponderEliminarLo de ser vegano es un paso mucho más profundo y sin lugar a dudas que tiene implicaciones en todos los aspectos de la vida, por ello te animo a que luches por esta meta que te has puesto y continues narrando tus experiencias.
Realmente, vivimos una vida deshumanizada, en especial a nivel urbano, puesto que la comida se obtiene envasada, procesada y frecuentemente es insana para nuestro cuerpo. Por mucho que ese brick de zumo 100% natural ponga que solo contiene zumo de naranja exprimido, su sabor no tiene nada de natural. De ahí la necesidad de reconectar con cuestiones relativas al cultivo y crianza de verduras, frutas y demás.
Porque lo que se compra en el supermercado, decía un doctor por la radio hace unos días que apenas tenía nutrientes por la sobreexplotación del suelo. Y que te llenaba el estómago pero que era deficiente a nivel nutricional. Y yo que nací en un pueblo y aún obtengo alimentos de allí, puedo jurar que ni los huevos, ni los tomates, por poner dos ejemplos, tienen que ver con lo que se compra en el súper.
Si somos lo que comemos, mejor comer comida de calidad. Yo al menos también llevo casi dos meses comiendo muy sano y con una buena dosis de verde en cada plato. Lo noto sobremanera.
Un saludo.
Hola, Óscar, cuánto tiempo, ya había abandonado este blog, pero si te pasas por aquí, publicaré el diario que llevo entre manos.
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