28 mayo

Leches vegetales multicolores

La leche es cara, su consumo, no obstante, es amplio entre las familias. Esto se debe, seguramente, a la adicción que provocan los péptidos opiáceos, contenidos en la proteína de este producto tan popular.

La versión vegana, es decir, las leches vegetales (¡cuánto molesta esta apelación a los industriales del sector!), a base de semillas activadas, resulta también un producto bastante caro de adquirir, sobre todo si nos fijamos en los cartones dispuestos en los estantes de los supermercados.

Para la preparación de leches caseras se utiliza 1/5 de semillas activadas (girasol, arroz integral, cebada, almendras) por cada litro de agua. Una vez trituradas en la licuadora se procede al ordeño: introducimos la mezcla dentro de un pañuelo grande o de una tela tipo gasa y con las manos vamos estrujando, de manera que el líquido se deposita en un recipiente ya previsto.

Podemos añadir al licuado un tallo de apio, o un trozo de col lombarda, o una zanahoria pequeña. Este detalle aporta colores diferentes a la leche, de un tono pastel, así como un gusto sutil y refinado. Por no hablar de las excelentes propiedades nutricionales.

Os dejo una de mis recetas preferidas.

LECHE DE ALPISTE Y CÁÑAMO:

Granos para activar (24 H en remojo): 3 C de alpiste, 2 C de arroz integral, 2 C de cáñamo. Desechar siempre el agua del remojo.

1 tallo de apio, o bien un trocito de col lombarda, especialmente de las hojas exteriores, esas que suelen presentar una capa grisácea (la bacteria responsable de la fermentación en el chucrut). Un litro de agua.

Licuar bien y filtrar / ordeñar con paciencia, amor y dedicación.

Me he acostumbrado a consumir dos tazones diarios de leche fresca y pura. Uno por la mañana y otro por la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario