23 agosto

11. El negativismo pierde terreno

15 de agosto

Hoy no es un día cualquiera, me meto en terreno inexplorado, virgen. Lo digo porque nunca hasta ahora había conseguido mantener durante 25 días un régimen estricto crudivegano. Esto es tan difícil de lograr que incluso se considera dieta crudivegana cuando solo lo es al 50, al 70 o al 80%. El crudiveganismo integral tiene reputación de montaña tan difícil de escalar como lo sería el legendario monte K2. Es cierto que no es necesario, pero para mí un desafío es un desafío: no valen medias tintas. Por el momento, mi vida empieza a tomar otro rumbo, mis pensamientos se han vuelto tan livianos como nubes. La ira se esfuma, el negativismo pierde terreno. Añadir frutas en cantidad suficiente me ha permitido eliminar casi por completo los antojos.

Desayuno: un melocotón, una pera, una ciruela, dos albaricoques y dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: dos melocotones, una nectarina, tres albaricoques. Ensalada de lechuga, cebolla, tomate, pimiento picante, patata dulce rallada, salsa de lino.

Merienda: zanaplá con dos albaricoques.

Cena: un tomate, un aguacate, un champiñón. Sopa de limón.

16 de agosto

Esperando que llueva, pero no llueve. Restricciones. Sequía. Incendios en el sur. Los precios han aumentado considerablemente.

En casa, ya de regreso mi esposa, descubre las modificaciones culinarias, las nuevas habitudes que logran sentar plaza. Ella come de todo, por lo que esto representa una buena ocasión para ponerse a prueba. Mi influencia la hará comer más ensaladas, frutas y verduras.

Desayuno: una pera y dos manzanas.

Almuerzo: crema de t. sarraceno.

Comida: una pera, un melocotón, una ciruela. Ensalada de lechuga, tomate, cebolla, patata dulce rallada, pimiento picante y salsa de lino.

Merienda: zanaplá. Nueces.

Cena: una ciruela, una pera y un melocotón. Sopa de limón con tres albaricoques.

No hay comentarios:

Publicar un comentario