06 enero

El pez que se muerde la cola

«¿Por qué trabaja usted?»

«Para ganar dinero y así poder alimentar a mi familia, cubrir sus necesidades, costear los gastos de la casa.»

Esta pregunta y esta respuesta, de lo más banal, encierran una trampa, una especie de maldición que dura desde los tiempos en que se inventara el salario, el coste de los productos, el intercambio de bienes y servicios. En realidad hay doble trampa, a saber, por un lado se crean las condiciones de renuncia efectiva a la felicidad (puesto que lo primero y más importante es ganar dinero, aun a costa de la salud emocional, mental o física); por otro las relaciones humanas se falsean, surgen los intereses, la hipocresía no hace otra cosa que actualizarse con los avances tecnológicos y los cambios de costumbres.

En estas condiciones, surgen asociaciones cada vez más grandes cuyo objetivo principal, a corto, a medio y a largo plazo, consiste en hacer acopio incalculable de riquezas.

Estas asociaciones no tardaron en advertir que la desgracia, el sufrimiento y la soledad aportan más beneficios económicos que sus contrarios: la felicidad, la alegría y el altruismo. También pudieron comprobar que un cuerpo enfermo reporta más beneficios que un cuerpo sano, especialmente para la industria farmacéutica, cuyo crecimiento es monstruoso en los albores del siglo XXI. ¿Habría médicos, hospitales, laboratorios farmacéuticos si todo el mundo esgrimiera una salud envidiable?

Sólo hay un inconveniente que pone freno a la loca carrera por el dinero: el cuerpo tiende a estar sano (y no enferma sino por acumulación prolongada de malos hábitos).

Pero tal inconveniente presenta para ellos una fácil solución: Hagamos enfermar al cuerpo mediante la ingesta de malos alimentos.

Así, la industria farmacéutica y la agroalimentaria unen sus esfuerzos para triplicar las ganancias al mismo tiempo que enferman a la población.

En todo este tinglado, un asociado de lujo: la clase política; y unas colaboradoras terriblemente eficaces: la prensa, la radio y la televisión.

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